Escenas Escultóricas en el Museo Provincial de Artes

En esta muestra, cada escultor ocupa una sala, los tres son pampeanos y el tema que comparten es lo mítico y animalesco.

Miguel de la Cruz describe como siempre, con gran precisión la obra de cada autor:

"Schaap presenta una secuencia de piezas fragmentarias, partiendo de un personaje central -brujo o alquimista- que parece animar lo que sigue: un mutilado, un centauro separado en ancas y torso. El pulido en el metal -y también la pátina- potencian una reminiscencia de símbolos alquímicos, con sus pirámides, sus esferas, su batracio, su engendro crispado, en estado de nigromancia, de fúnebre adivinación".

"Pumilla centra su escena en una aguada donde un bicho patalea devorándose a otro. Lo animal como juego histriónico es una etapa fuerte de su escultura. Lo cómico, lo grotesco y lo lúdico se mimetizan en una fauna que puebla la fantasía, el sueño, la alucinación. La madera no sólo se presta a los movimientos articulares de esos bichos, sino que genera toda una dinámica orgánica.

"Símbolo del Paraíso, la manzana de Llanos encierra una figura arquetípica de lo primitivo - femenino. Es la tierra, una madre amenazada por una humanidad que contamina sus fuentes: la vida y su evolución. Chapa y alambre expresan ese proceso corrosivo. Los peludos, de caparazones metálicas donde se inscriben signos ancestrales, son portadores de una imagen que remite a los subterráneo y a lo que pueda quedar de una extinción".