Documento orientador para participar del concurso Memoria en cuerpo presente /Tres formatos para un Concurso: afiche, siluetas, otros soportes
El arte produce, transmite y comunica sentidos, y de esta forma construye memoria colectiva. Traemos a escena, entonces, una propuesta en Arte, Política y Memoria. Y es esta memoria colectiva la que se edifica a partir de las diversas narraciones sobre el pasado común de los miembros de una cultura.
La disputa permanente entre los diferentes relatos del pasado (qué se selecciona y qué no, cómo se interpretan hechos y momentos), configura y posiciona esta memoria hecha de a muchos y para todos. Y es en este compartir socialmente un pasado común, que nuestra identidad como pueblo, como comunidad vivida, toma forma. La transmisión de la memoria por medio del arte, no es igual a repetir, porque se hace desde los interrogantes del presente y a partir de proyecciones futuras.
Las producciones artísticas son soportes de la memoria que vehiculizan el sentido y lo reconstruyen constantemente. El valor distintivo del arte es la creación de miradas alternativas sobre el mundo que vivimos y queremos vivir. Su poder reside en la posibilidad de metaforizar y construir nuevas interpretaciones frente aquellas ideas o representaciones que tienden a naturalizarse a fuerza de repeticiones. La relación entre arte y política se da a partir de la intervención en la vida cotidiana, el arte siempre es político porque interviene en la vida de la comunidad y se realiza en un contexto histórico- social determinado.
El arte a partir de sus formas de crear, pensar, ligar e interpretar la realidad produce nuevas formas de relación. El arte hace política cuando visibiliza, cuestiona, interviene, señala, denuncia, cuando nos invita a pensar. Así el artista se constituye en sujeto político al tomar decisiones sobre qué cómo y qué no dice. Por estas razones muchas veces las obras o los artistas han sufrido persecuciones o prohibiciones.
La escuela como espacio público, piensa, cuestiona e interviene en su comunidad. Incorporar la dimensión artística a nuestro modo de ver, entender e interpretar las temáticas referidas a la memoria nos da la oportunidad, no solo de profesar una mayor profundidad y densidad heurística en nuestra construcción del conocimiento, sino también, la posibilidad de crear nuevos sentidos a partir de la movilización, sensibilización y la capacidad que tiene el arte de conmovernos.
Una propuesta de memoria colectiva, arte y política
La propuesta que pensamos para Memorias en presencias intenta posicionar tres alternativas de producción. Cada una de estas apuestas estéticas responde a las posibilidades plásticas, expresivas y comunicacionales que intentamos postular para trabajar la problemática en torno a Memoria, Arte y Política. Nos interesa que los alumnos con sus docentes en el aula, puedan desarrollar sus producciones, trabajos áulicos e institucionales en las escuelas y que los debates acerca de la memoria puedan pensarse, también, desde el ámbito artístico.
Para ello, vamos a compartir una pequeña reseña explicativa sobre el afiche político, como propuesta gráfica, individual o colectiva, la silueta o “siluetazo” como espacio de creación con identidad propia en el campo de la Memoria y los Derechos Humanos y la apuesta más abierta hacia otros soportes, en la que destacamos la idea de instalación artística/comunicacional como práctica orientadora y movilizadora.
Además, para cada apuesta estética vamos a presentar una serie de materiales orientadores y contexualizadores, y una selección de imágenes alusivas que permitan ilustrar las posibilidades expresivas de cada formato.